El color negro se puede utilizar en la práctica totalidad de las estancias de la casa, únicamente está poco indicado en los cuartos infantiles, se trata de un color más adecuado para adultos que sepan interpretarlo de un modo positivo, pero en el desarrollo de los niños puede generar sensaciones de angustia que es preferible evitar.
Eso sí, siempre que usemos el color negro en una pared, en el suelo, en el mobiliario o en complementos textiles, deberemos contrastarlo con colores claros como el propio blanco o alegres y cálidos como el amarillo o el rojo, para compensar la ausencia de luz, la frialdad y la oscuridad y que el conjunto resulte estéticamente agradable y acogedor.
El ejemplo de la imagen de este artículo es de Linea Italia, una cama integramente creada y vestida en color negro, sobre suelo blanco para contrastar, a partir de la apertura de un sofá-cama del mismo color, en el que tan sólo unos cojines decorados con dibujos en blanco y negro crean contraste, desde luego es una cuestión de gustos, pero la propuesta analizada de modo objetivo resulta muy interesante.
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