Los cuadros son un complemento de la decoración, y le otorgan un toque personal. Una buena distribución aumenta el valor de la decoración, pero cuando el conjunto no es armónico, provocan un impacto visual desfavorable.
La distribución de los cuadros sobre la pared debe ser tal que permita contemplar el conjunto desde el punto de vista del observador.
Lo ideal es no poner demasiados cuadros sobre una misma pared, para que no se pierda el detalle. Pero dependiendo de la decoración y del tipo de cuadro, podemos formar conjuntos de muchos cuadros con temática similar que formar un grupo singular. Para la decoración minimalista, sólo podemos ubicar un cuadro por pared, como máximo dos o tres, pero de temática similar.
Una manera efectiva para decorar con cuadros y lograr una buena distribución, es colocarlos sobre el piso y buscar las combinaciones más adecuadas.
Los marcos de los cuadros nos pueden ayudar a dar uniformidad al conjunto que formen, aunque no tengan una temática semejante.
No debemos olvidar el gusto propio de quienes habitan ese hogar, los cuadros deben responder a él, pues de lo contrario, la decoración no cumple su principal función, que es mejorar la calidad de vida de quienes habitan un lugar.
Actualmente, debido a las diferentes tendencias decorativas, no existe un criterio estricto para colgar cuadros, sino que está más bien librado al sentido común y el buen gusto.
Los cuadros no deben quedar demasiado altos, la mejor manera de disfrutarlos es desde un asiento, por tanto la altura máxima no debe superar la altura de una persona parada, para que no sea necesario elevar demasiado la mirada, de esta forma, parecería que los cuadros están flotando en la pared.
Es preferible evitar atiborrar las paredes al decorar con cuadros. Tampoco conviene colocar grupos de cuadros en todas las paredes, es mejor elegir una sola pared y colocar todos los cuadros en ella, para evitar una sensación de sobrecogimiento que pueden provocar todas las paredes cargadas.
Debemos dejar siempre espacio suficiente entre cuadros. El ancho de los cuadros no debe ser menor que el ancho del espacio dejado entre ellos.
Los cuadros pequeños no deben colgarse aislados, sino que deben formar grupo con otros de similar tamaño. En cambio, los cuadros de tamaño medio, pueden estar formando conjuntos de dos o tres, pero también solos. Y los de gran tamaño, deben ir solos en una pared.
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